Cuando era más chiquita, mi padre llegaba a casa en la época membrillera, "siempre", con unos enormes membrillos. Su cara de satisfacción, para con los frutos que traía del arbolillo, era digna de ver. Digo siempre, entrecomillado, porque el árbol en cuestión, todos los años, daba unas cosechas estupendas, para lo pequeño
que era; pero no siempre llegaba a tiempo de recoger toda la producción.
Sucedía que, cuando los vecinos pasaban por allí, y ante el fácil acceso que tenían al membrillero, algunos, pensando que eran unas enormes y sabrosas peras, las chorizaban por error, con la consiguiente desilusión cuando, al hincarle el diente a aquellos frutos tan grandes, durísimos, y ásperos al paladar, no tenían el sabor que estos esperaban.
Cuando llegaba a casa con los membrillos, la cara de mi señora madre era todo un poema...Yo, que aún era una enana, no comprendía el por qué de esta....pero, estos días, he tenido la oportunidad de comprobar los porques....y como la he entendido!!.
Sucede que, convertir el fruto en membrillo elaborado, aunque no tiene mucha complicación, puede resultar una actividad muy peligrosa. Que sí..que sí, que han entendido bien.
Mi primer consejo para aquellos que tengan que hacer membrillo es:
Revuelvan mucho, muchíiisimo, durante la cocción y, si se le ocurre dejarlo un ratillo sin revolver, agàchense debajo de la mesa, mètanse en la cámara acorazada o, como opción más recomendable, pongan tierra de por medio entre ustedes y la olla...porque empieza a saltar de tal modo... que su cocina se convierte en un pis pas, en una trinchera militar.
Segunda recomendación..ponga un buen cartel luminoso anunciando la venta de callos. !Se forrarán!
Los membrillos son unos frutos tan tan duros que le saldrán unos callos en las manos con los que, los madrileños a su lado, no tendrán nada que hacer en cuanto a calidad...y sino ya me contarán.
Ya como última recomendación decirles que tengan a mano una buena palanca de desencofrador, un buen quita pegamentos, o una espátula bien reforzada, con la que poder despegarse del suelo..so riesgo, al no tenerla cerca, de quedarse igual de tiesos, que los leones de la Moncloa ( aunque, realmente no estemos los españolillos mucho menos tiesos que estos...pero eso ya es otro tema)
Dicho esto no se si se lo habrán pensado bien y ya no quieren hacer membrillos.Siempre pueden usar ustedes los recursos de mi madre. Ella acababa por regalárselos, muy generosamente, al cocinillas de mi abuelo o hacía el despistado, como si se le hubiesen olvidado en el frutero, hasta que, los pobres , no tenían ya por donde pillarlos.. solucionando el imprevisto con un: "oh lo siento se han estropeado...para la basura!!"..
Pero si por el contrario, aún siguen pensando en hacer membrillo le dejo la receta.
DULCE DE MEMBRILLO
Ingredientes:
Membrillos
Azúcar
La cantidad de azúcar por lo que he visto es muy variable según sea quien lo hace. Hay quien dice que se echa kg de azúcar por kilo de membrillo; sin embargo yo he optado por echar 700 gramos por kilo de membrillo, quedàndome incluso un poquito escasa en la cantidad total.
Modo de elaboración:
Nos armamos con un buen cuchillo.Procedemos a partir los membrillos a la mitad, despuès de haberlos lavado bien.
En una olla, con agua hirviendo, los ponemos a cocer hasta que estén blandos y se puedan pinchar bien con un tenedor
Los escurrimos y, sobre un trapo limpio, los ponemos a secar. Hay quien incluso los prensa, tarea que a mi me parece innecesaria. Una vez secos procedemos a descorazonar, sacarles los rabillos y los culetes.
A partir de este paso.. cada uno procede de un modo distinto. Unos los pasan por el pasapurés, otros los pican con la picadora. Yo los he troceado en pedacitos más chiquitos.
Los pesamos y a continuación los metemos en la olla(recomiendo que sea bien alta) añadiéndole la parte proporcional de azúcar.
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A fuego moderado, se dejan hasta que el azúcar se vuelva liquido ( no hay que añadirle agua ) revolviendo poco a poco. Se cuecen así durante 45 min, no olvidándonos de revolver cada poco tiempo.
Pasado este tiempo bato todo ( incluída la piel ) muy muy bien. Vuelvo a poner a cocer todo, ya batido, media horita más ( no no olvidemos de revolver..pues de ello depende su vida). Pasado este tiempo paso todo a los moldes o tapers ( mucho mejor si son alargados, rectangulares y con tapa ) y con una espátula aliso la superficie.
Se dejan así en los moldes, sin cerrar, para que airee, protegidos con un trapo o un papel de cocina durante 48 horas. Pasado este tiempo lo tapamos y, o bien lo dejamos así ya listo para el consumo, o bien podemos congelarlo y sacar un ratillo antes de consumirlo, las porciones que nos sean necesarias.
Hay quien en la cocción le añade un poquito de zumo de limón..aunque yo no creo que sea necesario; sin embargo dicen que ayuda a conservarlo mejor...La verdad es que ni idea.
Y aquí tienen el resultado: Mi primer membrillo